De acuerdo al ensayo de Paul Graham, la determinación es el mejor indicador del éxito de una empresa recientemente establecida. Las personas con determinación, según Graham, tienen tres cualidades: disciplina, ambición, y voluntad.
Las empresas nuevas exitosas son muy pocas, en comparación con el número de las que se han establecido. Esto significa que al menos una de estas tres cualidades no es común en las personas. ¿Cuál de estas? Analicemos cada una de ellas.
La disciplina es simplemente llevar a cabo lo que has planeado hacer. Requiere de un plan, cualquiera que este sea, y la forma en la que lo ejecutas. La disciplina es sencilla. Entonces, ¿por qué sería un problema? No es difícil hacer un plan. La mayoría de la gente logra llegar a este punto. Pero el llevarlo a cabo es más difícil. Requiere menos de lo que normalmente hacemos, el hacer sin considerar. Es necesario seguir el plan sin titubear, al menos por un tiempo.
Existen muchas razones por cuales puedes titubear. Puede ser pereza disfrazada, o realmente puedes dudar de tu habilidad de realizarlo. Otra razón puede ser psicológica. Cualquiera que sea tu plan, no es lo que tu cuerpo hace. Es fácil percatarse de esta última cuando fijas varias alarmas para despertarte por la mañana, y aun así logras silenciar cada una de ellas para que seguir durmiendo. Tu cuerpo parece tener mente propia. Tus piernas no te llevan al gimnasio, a pesar de que tu mente quiere que vayas.
Lo bueno es que esto tiene remedio.
Si el problema es que dudas, haz un análisis y descubre exactamente qué tipo de duda es. ¿Dudas que puedas lograr algo en sí? Si este es el caso, puedes crear y terminar un prototipo preliminar de lo que quieras, y deshacerte de esa duda.
¿Dudas de tu capacidad para hacer algo bien? Entonces, comienza por hacer algo pequeño, pero excepcionalmente bien hecho.
La pereza es la falta de voluntad para trabajar o utilizar tu energía. La falta de voluntad es simplemente la falta del deseo. Si no deseas trabajar, y no trabajas, no podrás sobrevivir. Muy posiblemente este no es el caso, por qué sigues vivo. Estás trabajando en algo. Tu pereza no te detiene.
Sin importar cuales sean las barreras mentales a la disciplina, si quieres ser disciplinado, lo puedes ser, como un robot ejecutando instrucciones. Puedes escribir tus propias instrucciones y seguirlas día a día. Puedes ser disciplinado en piloto automático. De hecho, es más fácil tener disciplina cuando dejas de analizar todo sin querer queriendo. Analizar crea dudas, pero con la disciplina se quiere la ejecución pura y sin obstáculos.
La ambición es la grandeza de lo que quieres lograr. La Generación Y es famosa por ser ambiciosa. Tener ambición es relativamente fácil. Sólo imagínate lo más que puedes lograr en tu vida. ¿Convertirte en el Presidente de una empresa muy importante? Piensa a lo grande. Es fácil delirar acerca de tu potencial grandeza. Sin embargo, en la vida nunca se recibe más de lo que se pide. La ambición es la forma de pedir. Pedir es más fácil que hacer. Así que para la mayoría de nosotros tener ambición es más fácil que tener disciplina.
A la gente que ya es disciplinada, les puede pasar lo opuesto. Pueden tener el hábito de autoevaluarse muy realísticamente. El remedio para esto es llegar a conocer personas que se encuentran por encima y más allá de tu nivel actual de ambición. Al llegar a conocerlos personalmente, te darás cuenta de que no son más inteligentes que tú. Comenzarás a pensar que puedes lograr tanto como ellos, o incluso más.
La voluntad es el deseo de hacer algo sin importar las consecuencias. Un deseo imparable. La voluntad se conforma por dos partes: una es el deseo extremo, y la otra es la ausencia de miedo de afrontar las consecuencias. Si te hace falta voluntad, ya sea que no tienes un deseo extremo o tienes miedo a las consecuencias de tu deseo tanto que te detiene.
¿Cómo puedes hacer que alguien desee algo? Los mercadólogos hacen esto. Hacen que el producto se vea mejor de que realmente es. Mejor aún, como lo hacen los vendedores de una agencia de carros, te permiten probar tu sueño. Imaginarte que ya es tuyo.
En el caso de empresas nuevas esto es un problema. ¿Quién tiene la incentiva de hacer que las empresas nuevas parezcan mejor de lo que son? ¿Tal vez un inversionista o un incubador de empresa? No, no lo harían ya que a ellos no les interesan las empresas recientemente establecidas débiles.
Y, ¿quién te va a dejar probar ser el fundador de una empresa nueva exitosa? Podrías trabajar en una, pero no es lo mismo que ser el fundador. Nadie te permitiría hacerte cargo de las responsabilidades que lleva el fundador. Aun así, podrías ser el cofundador de una empresa nueva, y si lo eres, tomaría años de tu vida llevarlo a cabo.
Dustin Moskovitz cofundó Facebook, pero después de cuatro años fundó su propia empresa. Supo de lo que se trataba ser fundador de una empresa nueva, antes de aventurarse por su propia cuenta. Y aun así es una forma que toma tiempo.
¿Ahora cómo puedes lograr sentir ese deseo extremo? Si una empresa nueva fuera como un Mercedes, algunas personas desearían comprar uno después ver uno pasar, otros serian convencidos por un vendedor de agencia de carros, y otros lo comprarían porque algún familiar cercano tiene uno. En otras palabras, el deseo viene de experiencias de diferente intensidad. ¿Eres el tipo de persona que intensifica sus experiencias en la vida? Si eres así, probablemente ver un Mercedes pasar frente a ti te basta para poder comprar uno. Sin embargo, una empresa difiere de un Mercedes por qué cada una es diferente. Una empresa nueva muy exitosa es como ninguna que haya existido anteriormente. Así que tu deseo de construir una empresa nueva es muy similar que ver un Mercedes pasar frente a ti y visualizar como algún día construirás un McLaren F1.
Finalmente, no debes tenerle miedo a las consecuencias de tus deseos. Es normal tenerle miedo a las consecuencias de empezar una empresa. Pero la alternativa también da miedo. ¿Qué es más doloroso, empezar una empresa o tener un jefe? ¿Le tienes más miedo a trabajar dieciséis horas al día que a sentirte inútil en tu trabajo? El miedo es relativo. El menor miedo pierde.
Entre la disciplina, la ambición y la voluntad. La voluntad es la más difícil de adquirir. Se requiere la intensidad de una experiencia para querer algo al extremo. La gente te puede llamar “intenso”. Se necesita valentía para incluso pensar por un segundo que puedes crear lo que quieres. Puede que te tome tiempo darte cuenta que cualquiera que sea tu miedo de crear una nueva empresa, da más miedo no hacerlo.