¿Vas a hablar en público? Te decimos cómo debes modular tu voz para dejar una excelente impresión en tu audiencia.
En nuestro día a día, todos usamos la modulación de forma natural: sin preocuparnos mucho del tono o la velocidad que debemos usar en nuestras
palabras. En una presentación de trabajo, para que el discurso tenga éxito, es necesario prestar atención a la entonación, la inflexión y la velocidad de tu voz.
Dale Carnegie Training ofrece cinco claves para hacer una presentación y crear una buena impresión en tu audiencia:
1. Planeación
El miedo puede paralizar, así que prepararse bien ayuda a saber qué hacer cuando llegue el momento de hablar.
2. Conoce tu mensaje
Tú eres el que domina el tema del que vas a exponer, así que estudia tu discurso para que fluya sin dudas o tartamudeos. Que se sienta sincero y que es tuyo.
3. Tono
El tono de voz te permite hacer hincapié en distintas partes de tu presentación. Un tono más alto sirve para destacar algún punto clave, un tono más bajo transmite seriedad, incluso respeto por lo que decimos. Si no varias el tono, le estás dando a cada una de tus palabras el mismo valor; asegúrate de entonar de la manera que deseas.
4. Ritmo
La velocidad te permitirá transmitir significado, detalle y énfasis. Un ritmo rápido ayuda a construir emoción, si utilizas anécdotas o experiencias mientras hablas con rapidez, conseguirás transmitir la emoción a tu audiencia. Si usas un ritmo lento, incluso una pausa te servirá para enfatizar con fuerza un punto o palabra clave.
5. Relaja la voz
Relajar la voz durante tu presentación creará una gran diferencia. Al principio esto puede parecerte difícil, pero con práctica lo conseguirás. Recuerda que relajar los músculos de la garganta, relaja tu voz. Una voz calmada suena mucho mejor y es más agradable para tus oyentes. Además, te ayudará a articular adecuadamente y el público entenderá mejor tu mensaje.