No permitas que otros determinen tu agenda diaria, toma las riendas con solo decir “No”.
¿Alguna vez te has comprometido con algo porque temes decepcionar a alguien o herir sus sentimientos? No entres en pánico si tu respuesta es que sí. La mayoría de las personas tienen este mismo problema.
Piensa en los meses pasados. ¿Cuántas veces dijiste que sí y después te arrepentiste? Nos pasa a todos los habitantes de este planeta. La buena noticia es que tú puedes tomar control de esta situación, está bien decir que NO y puedes hacerlo con estilo y diplomacia.
En palabras de Warren Buffett, “Tienes que tomar control de tu tiempo, y no puedes hacerlo si no sabes decir no. No puedes permitir que los demás controlen tu agenda.”
Ten en mente que aprender a decir que no es una habilidad que toma tiempo, esfuerzo y práctica para desarrollarlo. Tienes razones legítimas del por qué decirle que no a las personas, particularmente cuando te requiere hacer cosas inconvenientes, o te aleja de tus propias prioridades y metas en la vida.
He aquí algunos ejemplos del por qué se nos dificulta decir que no:
- Sentimos que si lo hacemos seremos groseros
- Tenemos la presión de pagarle a alguien un favor
- Pensamos que no nos tomará tanto de nuestro tiempo
- Creemos que es nuestra responsabilidad u obligación
- Tememos dejarle de gustar a la gente
- Nos sentimos culpables
- Tememos al rechazo y a perder a nuestros amigos
No existe una fórmula mágica o una regla a seguir para decir que no. Es una decisión personal. “Sí” y “No” son esenciales en el ciclo de la vida. Al decir que no a algo y a las personas, podemos decir “sí” a nuestras prioridades, a nuestra salud y a nuestro propio bienestar por ejemplo.
Aquí algunos ejemplos de cómo decir que no:
- Considera la petición, no interrumpa
- Piensa antes de dar una respuesta
- Se honesto y no des una larga lista de excusas
- Mantén las cosas simples y claras, no des explicaciones de más
- Se amable y respetuoso
- Utiliza un tono cordial de voz
- Evita decir “no estoy seguro” y “no se”
Para tener control y balance, debemos decir “Sí” a la vida y “No” a la locura de la sobre asignación. La palabra “no” tiene mucho poder y tiene muchos beneficios si sabemos usarla apropiadamente.
Aquí algunos ejemplos de cómo decir no con estilo y diplomacia:
- No me puedo comprometer con esto porque tengo otras prioridades en este momento.
- Estoy a la mitad de algo y ahora no es un buen momento.
- Siento que no soy la persona adecuada para ayudarte en esto. ¿Has pensado en Dulce o en Pedro?
- Tengo un compromiso a largo plazo que no puedo romper.
- Gracias por pensar en mí, sin embargo ya hice planes.
- Me encantaría, tengo que decir que no.
- Mi agenda está llena. Podemos hablar de esto la semana que viene?
Decir que no es complicado si eres de los que se inclinan a decir que sí siempre. Sin embargo, aprender a decirlo es una parte vital si lo que buscas es simplificar tu vida y deshacerte del estrés innecesario. Con la práctica, decir que no se va tornando cada vez más fácil.